Tomas Scarpato Padre e Hijo compartirán la botada de un impecable Chevrolet asistido por Crisper Competición.
Desde la temporada pasada Tomas Scarpato comenzó con un ambicioso proyecto de volver al TC Rioplatense con un Chevrolet. Todo comenzó cuando pudo recuperar la unidad que había vendió hace ya varios años, Chevrolet que le dio muchas satisfacciones pero que estaba desactualizado a las exigencias reglamentarias de la categoría. Por ello Tomas Scarpato confió en su gran amigo Cristian Pérez para encarar los trabajos necesarios para reacondicionar la unidad al reglamento actual.
El auto primero fue al taller de Crisper Competición donde se lo desmantelo completamente para que luego pase por el Taller se Sebastián Afonso, quien se ocupó de construir las protecciones laterales, re estructurar el frente, enchapar la cola y hacer los canalizadores de aire para el radiador, culminando la faena con los trabajos de pintura.
Posteriormente el auto volvió a Crisper Competición donde se comenzó con el armado integro, empleando para la suspensión muchos elementos suministrados por Roberto Barbera con la manufactura de Gustavo Paparazzo. Lorenzo se encargó de la construcción de los escapes y el experimentado Roberto Moita en la preparación del motor.
Actualmente Cristian Pérez ultima detalles de armado en la unidad y la idea es efectuar algunos trabajos en el banco a rodillo para si luego encarar una prueba dinámica en pista cuando termine el trabajo de repavimentación del Roberto Mouras. El Chevrolet lucirá el número 37 en sus laterales y compartirán la butaca Tomas Padre y Tomas Hijo conformando un binomio.